“Es el agujero negro más grande en el universo próximo y podría tragarse nuestro sistema solar completo”. Esta es la tarjeta de presentación, cortesía del astrónomo de la Universidad de Texas Karl Gebhardt, del fenómeno cósmico que se encuentra en la próxima galaxia M87 y cuya densidad equivale a la de más de seis billones de soles. Una medida más allá de lo que podemos llegar a imaginar.
M87 es la principal galaxia de la Vía Láctea y su “proximidad” (apenas unos 50 millones de años luz, un paseo para la Enterprise) la hace idónea para que los científicos puedan estudiar todo lo relacionado con los agujeros negros, como el localizado por Gebhardt y sus colegas. Para medir su masa, se sirvieron del telescopio Gemini North situado en la cima del Mauna Kea en Hawai y varios supercomputadores.
Aunque parte de la masa del agujero negro proviene de los gases y estrellas que ha devorado a lo largo de su existencia, lo más probable es que este monstruo se haya formado por la unión de dos más pequeños. Los grandes agujeros negros tienen además un lugar llamado “horizonte final”, un momento en el que su gravedad es tan grande que la luz no puede escapar de él. El presente en la galaxia M87 tiene un tamaño de veinte billones de quilómetros, tres veces la órbita de Plutón.
“No sabemos si los agujeros negros son agujeros negros. Para determinarlo necesitas algo que pruebe que se está dando un “horizonte final”, algo que todavía no existe”, declaró Gebhardt, que a pesar de ello cuenta con que el agujero negro deje una estela de polvo cósmico, una sombra que pueda ser fotografiada por la futura red mundial de telescopios.
Link: Astronomers Weigh Heaviest Black Hole Yet (Wired)