La noticia ha salido de los diarios de Moscú y cuentan la historia de Yevgeny Salinder, un chico que habría encontrado a la criatura de unos 500 kilos en la península de Taymyr en el norte de Rusia. Tras el hallazgo, el joven avisó a sus padres y estos se pusieron en contacto con una expedición polar que trabajó posteriormente durante una semana para extraer el cuerpo entero que había permanecido enterrado durante siglos.
Unas labores de extracción del cuerpo para las que utilizaron hachas, picos y vapor con el que deshelar la tierra donde se encontraba. El resultado, los restos de un mamut con fragmentos de piel, carne, grasa e incluso algunos órganos en buen estado.
Los mamuts lanudos se han encontrado en Siberia al menos desde 1929. En este caso y según los investigadores, nos encontraríamos ante uno de los mejor conservados de su especia. Tanto sus colmillos, como la boca y la caja torácica son claramente visibles.
El mamut, al que han llamado Zhenya compartiendo el apodo del chico que lo descubrió, pasará a ser analizado por científicos y especialistas de Moscú y San Petersburgo para finalmente formar parte del museo Taimyr.
Un segundo hito en poco más de dos meses tras el hallazgo en Siberia de células de mamut que podrían servir para la clonación de la criatura prehistórica.